Cantabria no puede convertirse en un parque temático; por ello, era prioritario establecer una regulación que concilie el derecho a la propiedad privada con los derechos de los vecinos y que respete la identidad de nuestros barrios y municipios.
“En caso alguno se debía tratar de prohibir, sino de establecer unas normas claras que sirvan de base para el buen uso de la actividad de los pisos turísticos, así el Gobierno junto a los municipios debían sentar la base necesaria para una regulación tan necesaria, que consiguiera un equilibrio entre propietarios, inquilinos y vecinos” ha declarado el diputado de VOX, Cristóbal Palacio.
La falta de regulación por parte de las administraciones regionales ha propiciado que muchos ayuntamientos se hayan visto obligados a desarrollar normativas propias, con el consecuente caos regulatorio. En este sentido, el Gobierno de Cantabria, el ‘gobierno de la incertidumbre’, se suma a ello con un borrador de decreto sobre pisos turísticos que genera más inquietudes que certezas.
Este borrador lleva hasta su máximo exponente la libertad de los municipios, permitiéndoles desde prohibir los pisos turísticos hasta facilitar su expansión al máximo. Es una patada hacia adelante que, tras un año de legislatura y tiempo más que suficiente para realizar una regulación que defina claramente las bases del modelo de turismo que queremos para Cantabria, lo único que deja claro es la esclerosis legislativa de un gobierno falto de ideas propias y objetivos definidos.