Representantes de la Consejería de Salud, Servicio Cántabro de Salud (SCS) y del Ayuntamiento de Santander han formalizado este viernes un acuerdo para establecer un procedimiento de coordinación sociosanitaria para la atención a personas mayores frágiles con necesidades sociales y sanitarias que residan en el municipio, un modelo que, con el paso del tiempo, podría ser extensible a otros puntos de Cantabria.
Este nuevo modelo de coordinación sociosanitaria mejorará la atención de este colectivo, a través del trabajo en red entre los centros de salud, el hospital y los servicios sociales de Atención Primaria. En concreto, busca la detección precoz de personas mayores en situación de fragilidad social, el diseño de una plataforma para la comunicación sociosanitaria, así como la mejora de la accesibilidad a servicios sociales y sanitarios en población que presentan una problemática social grave.
Para ello, profesionales de Trabajo Social de los distintos centros utilizarán la Escala de Valoración Sociofamiliar TSO, validada por la Universidad de Alicante, que facilitará la estratificación de la población mayor de Santander, según su nivel de riesgo social. Además, se va a activar un sistema de comunicación sociosanitaria, que facilitará la transferencia de información social y sanitaria y el seguimiento conjunto de aquellos casos que presenten mayor problemática social.
De este modo, la extensión del uso profesional de la Escala TSO y la aplicación informática para la monitorización de casos permitirán disponer de un mapa de distribución de la población mayor en situación de vulnerabilidad social en el municipio de Santander. También se han diseñado circuitos específicos para la activación y acceso preferente a servicios sociales y sanitarios ante situaciones de urgencia social.
Tras la formalización del acuerdo entre las direcciones pertinentes, se comenzará con la formación específica a profesionales de Trabajo Social que van a participar en este pilotaje de este proyecto, del que se espera que se inicie a principios de abril y dure seis meses. Una vez validado, se realizarán los ajustes necesarios con el objetivo de poder extender este modelo de coordinación sociosanitaria a otros municipios.