El Ayuntamiento de Laredo ha instalado en días pasados 10 sensores en diferentes puntos de la Puebla Vieja con el objetivo de recoger información del flujo de personas y vehículos en la zona. El pasado 24 de junio se procedió a la colocación de elementos de este tipo en la fachada del convento de San Francisco, lo que se evitó gracias a la colaboración de vecinos y a la denuncia interpuesta por la Asociación Amigos del Patrimonio de Laredo. Ahora, según ha podido saber este diario digital, con la instalación de estos aparatajes y ubicación de un cajetín de telecomunicaciones se siguen incumpliendo la normativa estatal y la específica contenida en el Plan Especial de la Puebla Vieja con la ubicación de cajetines.
Ya en noviembre del año 2022, el Pleno del Ayuntamiento de Laredo aprobó, por unanimidad, una moción de Hacemos Laredo para solicitar a la Consejería de Cultura el soterramiento del cableado de telecomunicaciones y alumbrado de la Puebla Vieja, sin que hasta el momento se haya hecho nada al efecto.
Para este Grupo municipal, reflejado en la citada moción, existía un amasijo desordenado de cables superpuestos de diferentes épocas, cajetines de telecomunicaciones y otros elementos con un impacto visual muy negativo. En algunos casos, el cableado está incrustado en, según relataban, en la piedra de sillería de la fachada del Palacio Juan de la Mar, del siglo XVII, y en la Torre Gutiérrez Rada, del siglo XV.
En su opinión el Plan Especial de la Puebla Vieja exige el enterramiento subterráneo de todas las conducciones eléctricas en alta o baja tensión, así como del alumbrado público y guías telefónicas, mediante el respectivo convenio con las compañías suministradoras. “Se produce contaminación visual que afea y quita valor no solo al patrimonio, sino a las propiedades, a las actividades económicas que se desarrollan en la Puebla Vieja”, argumentaban.
Desde el punto de vista del grupo proponente, el Ayuntamiento de Laredo es el responsable de aplicar los controles necesarios para que la actividad de las compañías suministradoras se ajuste a la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria y añade la responsabilidad de la Consejería de Cultura en este ámbito. El acuerdo fue acdoptado por unanimidad.
En esa oportunidad, como recoge la fotografía que ilustra este crónica se ha colocado un cajetín con una amplia visibilidad al respecto, lo que continuará en el futuro con todo tipo de instalaciones de no adoptarse las medidas ne cesarias.
Función de los sensores
Los datos, recogidos por estos sensores, según se ha señalado desde el Ayuntamiento, servirán para construir un gemelo digital del casco histórico pejino en la futura Oficina de Regeneración de Barrios que se ubicará en la Plaza de la Constitución, según está previsto por el actual Equipo de Gobierno.
Los dispositivos estarán operativos durante los próximos dos años y su función es exclusivamente el conteo de personas y vehículos, sin captar imágenes ni ningún otro tipo de información que permita la identificación de individuos. La selección de las ubicaciones de estos aparatos se ha realizado tras un exhaustivo estudio de campo que garantiza su efectividad en la monitorización del tránsito.
Essta iniciativa forma parte del proyecto europeo REGEN, que está financiado por la UE a través del programa Horizonte EU y que tiene una duración de cuatro años, desde enero de 2024 hasta diciembre de 2027. Su objetivo es impulsar el proceso de planificación y regeneración urbana a través de la participación ciudadana y distintas metodologías novedosas como los citados gemelos digitales. Todo ello abordando los retos socioeconómicos y climáticos que permitan construir un entorno construido bajo en carbono, integrador y asequible.
El mencionado proyecto se pondrá a prueba en Beckerich, Laredo, Milán y Dublín. Por lo tanto, la Puebla Vieja será uno de los cuatro entornos demostradores de soluciones innovadoras, para lo que cuenta con una subvención de 437.952 euros, dinero que se destinará a la citada Oficina de Regeneración de Barrios.