La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha lamentado hoy en rueda de prensa que el Gobierno de Cantabria ha dilatado los plazos y ha dejado pasar el tiempo para no cumplir sus compromisos con el personal docente e investigador temporal de la Universidad de Cantabria (UC), concretamente con los profesores ayudantes doctores, alrededor de un centenar, con quienes se había comprometido a modificar el párrafo del decreto de Universidades que les impide cobrar unos complementos para los que, incluso, ya había asignada partida presupuestaria en 2023.
La federación ha criticado que las buenas palabras de los responsables de la Consejería de Universidades del Gobierno de Cantabria, concretamente del director general de Universidades, Antonio Domínguez, y del secretario general, Santiago Fuente, hayan caído en saco roto pues a pesar de que se había comprometido ya en febrero de 2022 a cambiar la palabra “exclusivamente” del decreto de Universidades en un trámite que ellos mismos calificaron como “ágil y rápido”, la realidad es que ha llegado el último Consejo de Gobierno de la legislatura y todo está empantanado.
Conchi Sánchez, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria, que ha estado acompañada en la rueda de prensa por Luis Miguel Pardo, presidente de la Junta de Personal del PDI funcionario de la UC, y por Javier Jiménez, docente e investigador afectado por los impagos, ha instado a la UC “a ser valiente y a adelantar el pago de sexenios y quinquenios porque se trata de un pago que ya está asignado en los presupuestos” mientras que al Gobierno regional le ha solicitado que “convoque un consejo extraordinario para abordar este asunto y no fallar más al mayor capital que tiene la UC, que es su personal docente e investigador”.
La federación ha señalado que el 33% de los profesores de la UC se jubilarán en los próximos 10 años y que, por ello, es imprescindible atraer talento, cuidar a los profesores ayudantes doctores para que sientan que la UC es un centro atractivo para desarrollar su labor.
“Necesitamos que la UC sea competitiva y no es de recibo que el director general de Universidades nos diga el 21 de marzo de 2023, más de un año después de comunicarnos que sí se va a modificar el decreto que impide el pago de los complementos, que ya no va a dar tiempo y que habrá que esperar a la próxima legislatura. Es una completa desidia por su parte, una nula voluntad negociadora y una mala gestión”, ha señalado Luis Miguel Pardo.
Pardo ha resaltado la necesidad de captar talento y de mejorar las retribuciones de los profesores ayudantes doctores de la UC porque “es inadmisible que la diferencia de salario en comparación con el País Vasco sea del 20%. Así no se hace atractiva una universidad, así lo único que se consigue es que el talento se vaya a otras universidades”.
Javier Jiménez, por su parte, ha subrayado que tanto él como el resto de afectados y afectadas por esta situación se sienten “maltratrados y abandonados a su suerte” porque llevan más de un año esperando esa modificación prometida que no ha llegado.
Jiménez ha apuntado que la media de edad de los profesores ayudantes doctores es de 38 años y ha señalado que se trata de una figura que existe en otras universidades. Sin embargo, ha recalcado que en otros centros universitarios públicos con similares características ya se está optando por pagar estos complementos para ganar así en competitividad y resultar atractivas a los docentes e investigadores.
“Cantabria ocupa el puesto 38 de 48 del salario bruto anual. Cobramos 10.000 euros menos que la universidad que mejor paga y 3.000 euros menos que la media estatal. Por eso, universidades parecidas a las de Cantabria, para compensar esos salarios bajos, ya están pagando esos complementos porque es un tema de competitividad y, de seguir así, Cantabria no será una buena opción para trabajar en su universidad porque será una de las que peor pagan”, ha sentenciado Jiménez.