La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria ha remitido ayer al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) los informes justificando la necesidad realización de controles de lobo en la Sierra de El Caballar y en la Costa Occidental de la Comunidad Autónoma.
En concreto, se encontraría afectados los municipios de Santa María de Cayón, Castañeda, Villafufre, Val de San Vicente y San Vicente de la Barquera, tal y como ha detallado la consejera del ramo, María Jesús Susinos que ha confirmado que, acompañando a los informes, se ha incorporado “numerosa documentación que avala la idoneidad y pertinencia de los controles”.
Según ha puntualizado Susinos, el informe de la Dirección General de Montes justifica que “no existe alternativa satisfactoria al control poblacional de la especie en ambas zonas”, dado que la dispersión de ejemplares jóvenes en dirección norte, hacia sectores con apenas ganadería extensiva y menor disponibilidad de presas silvestres, traerá consigo nuevos y aún más graves conflictos de gestión.
Ahora el MITECO dispone de un plazo de 10 días para informar sobre cómo afectarían dichos controles al estado de conservación del lobo a nivel estatal, aunque, según ha confirmado, este informe “no es vinculante y, por lo tanto, desde la Consejería vamos a rebatir cualquier opinión en contra de la realización de ambos controles poblaciones ya que los consideramos, además de imprescindibles, totalmente justificados y conformes a la normativa en vigor”.
En este sentido, la consejera ha detallado que la Dirección General de Montes y Biodiversidad detalla en su informe como a partir de los datos del censo de lobo en Cantabria recientemente finalizado, y teniendo en cuenta los criterios establecidos en la Directiva 92/43/CEE, se puede determinar que la población de lobo en Cantabria se encuentra “en un estado de conservación favorable”, por lo que el control planteado “no afectará al mantenimiento del estado de conservación del lobo, ni a nivel regional ni nacional, ni siquiera, aunque la mortalidad por otras causas fuese mayor de la registrada hasta la fecha o de la cuantificada en la bibliografía existente sobre la especie”.
Por ello, Susinos ha concluido que la propuesta de estos controles viene motivada, a pesar de los perjuicios significativos a las explotaciones afectadas, por las características de las zonas donde se están produciendo los ataques, “en absoluto adecuadas para el mantenimiento de una población de lobo”, y donde la presencia continuada de la especie puede provocar de manera artificial mayores tensiones que “podrían producir un daño mucho más severo a la biodiversidad y al medio natural de la zona, que el producido por la extracción de un número limitado y controlado de ejemplares de lobo”, ha remarcado.
Finalmente, la consejera ha añadido que “Cantabria continuará iniciando el procedimiento de aprobación de todos aquellos controles de lobo que sean necesarios y para los que se justifique su necesidad, según lo dispuesto en la legislación actual sobre la especie, aunque el objetivo final no puede dejar de ser otro que la salida del lobo del LESPRE, donde no merece estar tal y como se desprende de la situación de la especie en nuestro país”.
Transcurrido el plazo la propuesta de resolución que autorice el control, se someterá a un trámite de información pública por un periodo de 10 días, finalizado el cual se dictará resolución del Director General de Montes y Biodiversidad que autorizará la realización de ambos controles.
Documentación aportada
La consejera ha detallado que complementan dichos informes, el de la Dirección General de Montes y Biodiversidad que justifican esta solicitud; el elaborado por los técnicos del Grupo TRAGSA que colaboran en el plan de gestión del lobo en Cantabria y en el seguimiento de la especie en la región; el de necesidad del Servicio de Conservación de la Naturaleza sobre el control poblacional propuesto; el censo ganadero de la Comunidad Autónoma de Cantabria; los daños de lobo producidos en la Comunidad Autónoma de Cantabria durante 2024; el plano de localización de los ataques producidos en la zona en la que se pretende realizar el control poblacional; el informe final sobre la población del lobo en Cantabria para el Censo Nacional 2022-2024, así como el complementario del informe sexenal 2019-2024 del lobo, Canis lupus, en Cantabria, en cumplimiento del artículo 17 de la Directiva Hábitats y que el MITECO ha de remitir a la Comisión Europea.